Dentro de los productos hipotecarios que pueden ofrecernos los bancos, están las hipotecas de tipo fijo, variable o mixto. Y cada una de ellas supone unas diferencias que pueden ajustarse más o menos a nuestra economía doméstica o al tipo de cliente que somos.
Porque nuestro perfil va a definir esa capacidad presente y futura para cumplir con nuestras obligaciones de pago. Aunque unos productos son más estables que otros, igual que pueda serlo nuestra proyección.
Es por eso que debemos contemplar la letra pequeña de cada una de las opciones para asegurarnos de que es la más conveniente en nuestro caso. Y, si todavía no te has decidido, mejor acompáñanos y te daremos más detalles.
Diferencias generales entre tipos de hipotecas
En un primer vistazo, podemos ver que las hipotecas de tipo fijo nos ofrecen una letra mensual que no varía a lo largo de sus años de vigencia. Esto supone la certidumbre de que, pase lo que pase en la economía, nuestro coste mensual no se va a ver afectado.
Quizás esta primera lectura sea demasiado general, ya que después podemos encontrar diversas excepciones. Pero es un punto de partida razonable.
Otra diferencia notable con un tipo de hipoteca variable, es que en el caso de las hipotecas fijas se aplican bases mayores. Es decir, que a priori las letras resultantes pueden ser más elevadas de las que nos ofrecerían en un modelo variable.
Sin embargo, las de tipo mixto contemplarían ambas posibilidad en diferentes periodos de tiempo. Por lo que tendrían unos años concretos en los que actuarían como una hipoteca fija y después cambiarían a la opción variable.
Por qué escoger una hipoteca de tipo fijo
Lo ideal, antes de elegir un tipo de hipoteca, sería contar con una bola de cristal que nos confirmara las futuras variaciones del mercado. Así, si supiéramos que euríbor fuera a seguir subiendo, lo mejor sería firmar ya sin demora una hipoteca fija.
El euríbor es el tipo de interés que marca las comisiones actuales que un banco nos aplicaría para concedernos un préstamo. Por eso, cuando el euríbor está alto pagamos una letra mayor y cuando está bajo nuestra cuota es más reducida.
De un tiempo a esta parte, el euríbor ha experimentado una subida moderada. Lo que significa que, quienes firmaron hipotecas fijas en los últimos años, estarán felicitándose por su elección ya que no se habrán visto afectados.
Es más, parece que se espera que esta tendencia siga todavía durante algún tiempo. Por eso las hipotecas fijas todavía son una buena opción en este momento.
Lo que implica que, si tu economía familiar es ajustada y no puedes afrontar ningún aumento en tus gastos mensuales a corto plazo, es mejor que valores las hipotecas fijas.
Por qué escoger una hipoteca de tipo variable
En primer lugar, debes saber que en una hipoteca variable no te va a cambiar la letra constantemente. Lo normal es que haya momentos de revisión del euríbor y estos suelen ser anuales.
Por eso, empezarás a pagar una cierta cantidad y un año después, dicha cantidad subirá o bajará en función al estado de euríbor en ese momento. Y dicha revisión se dará de nuevo periódicamente hasta su cancelación.
Si puedes asumir esas variaciones económicas, tienes ahorros o la certeza de que tu situación mejorará con el tiempo, esta es tu hipoteca. Así podrás conseguir una letra mensual más ajustada y competitiva.
Por otro lado, si tienes previsto hacer cancelaciones parciales o totales para reducir el tiempo de duración de la hipoteca contratada, también es interesante que valores la de tipo variable.
Por qué escoger una hipoteca de tipo mixto
Todos sabemos que los movimientos del mercado son cíclicos y, dentro de los probables escenarios, una opción es que el euríbor subiera durante unos años, para después establecerse o incluso empezar a bajar de nuevo.
No siempre pasa de la misma forma ni tampoco es sencillo prever si estos periodos de subida o bajada van a durar más o menos tiempo. Pero piensa que estamos en un momento de ligeras subidas, con lo que podría detenerse e invertirse.
Por eso, una forma de evitar estas variaciones sería escoger una hipoteca mixta.
Los bancos suelen ofrecer, dentro de este tipo de productos, unos años de tipo fijo, posiblemente los 10 primeros. Con lo que evitarás las próximas subidas y mantendrías una letra estable.
Y así, si dentro de 10 años el euríbor está más estabilizado o ha iniciado su descenso, podrías también aprovecharte. Porque tu hipoteca pasaría de fija a variable tras esa primera década de vida y, con suerte, tu letra podría mantenerse o bajar.
Es una opción como decíamos arriesgada, pero muy interesante. No obstante, el inconveniente principal es que deberías poder anticiparte a tu situación económica a diez años vista. Si puedes, mejor quédate con una hipoteca mixta.
En Redoriol Orihuela podemos estudiar tu caso concreto para recomendarte un producto hipotecario que pueda interesarte. Por eso, si tienes previsto comprar un inmueble y no sabes qué tipo de hipoteca escoger, ven a vernos.